jueves, 18 de octubre de 2012

La casa Salvá / Miguel del Rey

  Foto grafia de M del Rey 2012
La casa Salvá es una de las más interesantes casas del XVIII alteano; es de alguna manera una casa pionera; el primero y más importante edificio de habitación que una de las grandes familias altaeanas construye fuera del recinto amurallado a lo largo de la primera mitad del Siglo XVIII; precisamente en el lugar clave de acceso al pueblo desde el Camí Real. Su arquitectura y el concepto espacial del proyecto sigue los planteamientos de las grandes casas solariegas con un acceso muy adjetivado en planta baja, con algunas salas en esta planta que abren con potentes rejas a la calle, más una gran planta noble donde se alternan a la manera barroca los grandes vanos con las ventanas, en un contrapunto muy propio de la época. Una planta superior de servicio y almacenamiento completa la casa, a lo que se une unos patos posteriores. Del esplendor pasado queda la arquitectura, sus formas y acabados, hoy dividido en varias propiedades, alguna de las cuales sin una idea clara de pertenencia a una pieza de valor singular como es este bien patrimonial alteano.
Su fachada da nombre a la calle que accede al barrio de Bellaguarda y frente a ella existía un huerto, el de Salvá con parte ajardinado, hoy desaparecido.
La fachada principal mantiene la idea de unidad con pequeñas variaciones, como alguna puerta en bajos que se ha abierto recientemente y la reja central sustituida por un balcón definido sobre el volado original, el cual forma parte de la propia puerta, dentro de una solución barroquizante, como el resto de la fachada.
La calidad de la arquitectura y la utilización de materiales tan particulares como el mármol rosa cercis, tan propio del barroco valenciano, y muy en boga en el siglo XVIII en este tipo de casas, nos muestra el refinado gusto de la poderosa familia Salvá, una familia de abolengo, síndicos el Convento de San Francisco y San Pedro desde su implantación en Altea, algunos miembros de la familia fueron priores del convento. Por otro lado han sido gobernadores del Castillo de Cap Negret desde el siglo XVII y a lo largo del XVIII, alternandose con la familia Thous en estos menesteres. Emparentados con la aristocracia valenciana y con grandes terratenientes como los Bolufer de Xábia con los que compartían parte del negocio de la uva pasa. En Altea y la comarca fueron grandes hacendados, siendo su último exponente nuestro gran erudito en cultura y patrimonio valenciano don Pedro María Orts i Boch.

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