Cita: 11 de la mañana del sábado 4 de mayo.
Lugar: e inicia en el aparcamiento de la
antigua Villa Gadea, hoy cuartel de policía municipal de Altea, tras el hotel y
en el cruce con la entrada desde la carretera n332 a la A7.
Visita Guiada por Miguel del Rey y Jaume Martínez. Nos acompañará Joan
Piera, botánico
Textos de: M del Rey, J Martinez i P.
Soler
Villa Gadea.-
Su arquitectura: Una planta a la italiana,
inspirada en el palladianismo e interpretada desde posicionamientos eclécticos
que introducen un grado de modernidad evidente con la incorporación de nuevos
materiales para la época como los que construyen la cúpula piramidal central.
El neogoticismo epidérmico marca la fachada, con soluciones constructivas en
ocasiones radicales y en otras resueltas con oficio.
En 1890 se acaba el edificio y en agosto de
1898 se consagra la capilla de la Villa de los Ángeles. La autoría del proyecto
es del arquitecto y político, vinculado a la aristocracia valenciana José Juan
Camaña i Laymón (1850-1926) que se formó en la escuela de Arquitectura de
Madrid y se licenció en derecho por Valencia, trabajo para el Marqués de Campo,
alcalde de Valencia mientras Vicente Gadea era Rector de la Universidad. El
arquitecto destaco por su adscripción al neogótico innovador, como nos
demuestra en su obra alteana. Obras suyas son el Asilo del marqués de Campo en
Valencia (1882) y la Colegiata de Játiva (1884).
La Illeta.-
Pequeña isla situada en la bahía de La
Olla, referente paisajístico y visual de toda esta costa entre la Galera y Cap Negret, con una superficie de unos
250 m2. Su orografía en forma de pequeña colina erosionada por el lado de
levante y de pendiente más tendida por el oeste, es un lugar de visita de
bañistas y embarcaciones
Históricamente ha sido un lugar de
referencia para embarcaciones de pesca y comerciales ya desde
época romana, lo
que hace que su valor paisajístico se sume al arqueológico y medioambiental.
Hasta hace poco tiempo los castillos de fuego de Sant Llorens arrasaban la poca vegetación y fauna del islote,
práctica prohibida en la actualidad.
El entorno de la Illeta y por
extenssión de la Cala del Soio incide en parte sobre parte del ámbito del Parque
Natural de “La Serra Gelada y su zona litoral” . El hábitat mejor representado
son los pastizales anuales de Thero-Brachypodietea
y los matorrales termófilos. Sin embargo, y por su especial relevancia, merecen
destacarse los relacionados con la duna fósil (dunas con vegetación esclerófila
del Cisto-Lavanduletea; matorrales
halófilos; y dunas litorales con Juniperus,
así como la vegetación de acantilados con Limonium
endémicos. En la zona aparece, además, como especie vegetal prioritaria, la Silene hifacensis, sin perjuicio de
otras especies de interés presentes en la zona como Asperula paui subsp. dianensis, Biscutella montana, Teucrium hifacense
o Limonium parvibracteatum. En el medio marino, aparecen como especialmente
relevantes las mencionadas praderas de Posidonia y Cymodocea, aunque también
deben destacarse otros hábitats, como las cuevas marinas o los arrecifes.
En cuanto a la fauna, cabe destacar las
aves marinas, entre ellas el paiño común (Hydrobates
pelagicus), el cormorán moñudo (Phalacrocorax
aristotelis) y la gaviota de Audouin (Larus
audouinii), aunque también son relevantes las rapaces como el halcón
peregrino (Falco peregrinus). En
cuanto al ámbito marino, son numerosas las especies animales que merecen una
mención por su importancia o estado de conservación. Entre ellas, cabe indicar
al vermétido (Dendropoma petraeum),
la nacra (Pinna nobilis), además
númerosos táxones de peces, crustáceos y otros invertebrados que encuentran en
estos fondos las condiciones adecuadas para prosperar, y que a menudo unen a su
valor natural un innegable interés económico por su carácter de recurso
pesquero.” *(Información facilitada por el Ajuntament d´Altea)
Interés arqueológico Illeta.-
La isleta de la Olla se encuentra a 400 m de la costa y su yacimiento
tiene una extensión de 3200 m2. Se encuentran restos de estructuras derrocadas
probable evidencia de las estructuras de vivienda. Se ha registrado material
cerámico con una amplia cronología desde el siglo I a.C. hasta finales del
siglo XIII d.C.
Playa Olla y Cap negret
En las Playas de la Olla y de Cap
Negret, se localizan yacimientos
subacuáticos con un rico patrimonio sumergido que aporta materiales desde época
romana hasta la actualidad. En 1993 y 1994 se realizaron diversas campañas de
prospección arqueológica que confirmaron la existencia de un fondeadero
utilizado desde época romana hasta mediado del siglo XX.
Cova del Flare
Se trata de una formación geológica que
forma parte de la Playa Fósil situada al norte de Cap Negret; playa que presenta una serie formas y una particular
erosión que produce grutas y concavidades, bufadors
y respiraderos en la zona de la costa.
En
una de estas cuevas se ha desarrollado una leyenda que está dentro del
imaginario colectivo de Altea.
Esta leyenda
recogida por Francesc Martínez (1926, 63 y ss.) cuenta que el hermano mayor de
un matrimonio de marineros contrajo la viruela y su madre pidió la intercesión
de San Francisco con la promesa de vestir al niño con hábito de franciscano si
sanaba. El niño se curó y su madre cumplió la promesa vistiendo al niño de
fraile durante dos años, por ello se le quedó el apodo de el Frare. Este frare se
enamora de la joven Bajoan que está enamorada de su hermano. Una noche de pesca
en la Illeta, en mitad de una
tormenta, los dos hermanos se pelean por el amor de Bajoan, el Frare hiere a su hermano, cree que lo ha
matado y se lanza al mar, las olas lo arrojan contra las rocas del Cap Negret. Al día siguiente el cuerpo
del Frare aparece muerto en la cueva.
Cuentan que durante años se aparecía a los marineros un duende de doce años
vestido de fraile alargando los brazos hacia ellos.
Nidos de amatralladora.-
El nido de
ametralladoras o búnker, como es conocido popularmente, proveniente de la
Guerra civil y existente en la Playa de Cap
Negret es el que se encuentra en mejor estado de entre los cinco
construidos a lo largo de los años 1937-1939. Son las típicas estructuras
militares de hormigón con muros y cubierta de gran sección, puertas en sifón y
escotillas horizontales para defensa abiertos hacia el mar.
Villa García.-
Palacete academicista que remodelado y
subdividido sigue conservando el carácter de elemento exento y su estructura de
fachadas y cubierta. Compuesto por dos crujías y una fachada simétrica de cinco
vanos en fachada con dos niveles, cubierto a cuatro aguas y con un frontón
ecléctico en el centro de la cornisa. Conserva algunos elementos de interés de
la arquitectura original: carpintería en puertas y ventanas, cristaleras
historicistas y sobre todo ello, los balaustres y el pomo de la antigua
escalera, hoy reubicada. A los que se unen paneles cerámicos que se atribuyen en su diseño inicial al
arquitecto A. Gaudi, amigo de Emilio Sagi Barba, el primer propietario de la
casa, y quien la construyó, catalanes y amigos entre sí. Se inserta en un
enclave paisajístico de gran interés, ya que se eleva sobre una plataforma que
domina las afloraciones volcánicas que encontramos abundantemente en estas
costas, conservando incluso su antiguo cierre y restos de los que fue el jardín
y parque doméstico original
De su historia nos da referencia R. Llorens (1983, p. 261) cuando
indica: “…..Fue construida por el cantante
de ópera -Ernesto- Sagi Barba y su esposa, Luisa Vela, por lo que lució el
rótulo de «Villa Sagi-Vela». Fue adquirida en los años 30 por don José García,
y de ahí, y por su larga permanencia, tomó el nombre, hoy difícil de olvidar,
mientras que el primitivo ha pasado al baúl de los recuerdos. El matrimonio
Sagi-Vela participaba de la vida alteana, y en las fiestas del Cristo o del
Consuelo acudían a la iglesia a cantar sus motetes y solos, hasta que la
murmuración les obligó a irse de Altea. Todavía hay quienes recuerdan a Telmo
Vela, hermano de Luisa, y violinista célebre, así como al niño Sagi-Vela,
después famoso y renombrado cantante de ópera.”
Cap Negret.-
Se trata de un afloramiento volcánico (de ahí su característico
color negro) de rocas ofitas en la que se incluyen cristales granates. La
erupción volcánica de origen submarino estuvo asociada a la ruptura de Pangea.
El cabo, o el túmulo de Cap Negret está
formado por una gran mole basáltica con restos de extracción de piedra,
extracciones que se realizaron a lo largo de los siglos y que industrialmente
se explotaron en la época de los años 30 del Siglo XX, en paralelo al filón
basáltico de la Cantera de Calces, el material de ambas extracciones dio origen
al proyecto y la construcción del embarcadero que funcionó en estas décadas y
del cual quedan restos, además de la caseta de administración actualmente en
uso como vivienda de recreo.
Asentamiento ibérico de Cap Negret
En el promontorio del Cap Negret
existía un yacimiento, hoy destruido, que ocupaba sus alrededores y se
adentraba en el mar. Los restos arqueológicos encontrados señalan la existencia
de un hábitat ibérico con un santuario de culto. Este poblado íbero tiene una
cronología entre los siglos IV-I a.C. y posible perduración hasta el siglo I
d.C. Francesc Martínez en 1943 publicó el hallazgo de un ungüentario, dos
terracotas, dos lucernas y una mano
de bronce. En 1997 la arqueóloga Feli Sala descubrió la muralla del poblado,
además de cerámica ática de barniz negro, un ejemplar de figuras rojas,
cerámica campaniana, imitaciones púnicas, sigillata
itálica, vasos de paredes finas, cerámica de cocina y común importada, ánforas
ibéricas, púnicas y romanas, cerámica ibérica común, pintada, gris y de cocina.
Las torres de Cap Negret.-
En 1563 el ingeniero Juan Bautista
Antonelli advierte de la necesidad de edificar una torre en Cap Negret para reforzar el sistema de
vigilancia costero durante el reinado de Felipe II. En la costa de Altea ya
existía la Torre de Bellaguarda que vigilaba el lado meridional del río Algar,
la torre de Cap Negret surge por la
necesidad de guardar el margen septentrional del río y así vigilar el
acercamiento de naves enemigas en busca de aguada o de botín en tierra.
A mediados del siglo XVIII se proyecta la
construcción de un castillo a modo de fuerte reutilizando en parte la torre
renacentista de Antonelli, de la cual da noticia los planos de Francísco Ricaud
fechados en Valencia en 1739 en el cual aparece un Fuerte no construido de
autoría del ingeniero Nicolas Bodín. A mediados del siglo XIX el conjunto de
edificaciones está destruido y en ruina.
Referencias bibliográficas:
ESPINOSA RUIZ,
A. “Arqueología: importantes descubrimientos en la Campaña de Verano de
prospecciones arqueológicas subacuáticas entre Altea y Benidorm”, en Revista Altea, 1994, n. 185, p. 4-8.
GALIANA
SORIANO, A. “Descripcions antigues de la costa de la Marina Baixa”, en Sarrià n. 2. Altea, 2009.
LLORENS BARBER,
R. Diccionario de Altea y sus cosas.
Altea: Revista Altea, 1983.
-- Historia de
Altea, siglo XVIII. Altea: R. Llorens,
1988.
MARTÍNEZ
GARCÍA, J. A. “Patrimoni arqueològic d’Altea”, en I Jornadas sobre la
actualidad del Patrimonio Arqueológico y Etnográfico de la Marina Baixa.
Elx: UMH, 2005, p. 37-48.
MARTÍNEZ I MARTÍNEZ, F. 1943: “Antigüedades de Altea: Cap Negret”, en Saitabi
4. València, 1943.
-- Folklore Valenciá. Valencia:
Societat Valenciana de Publicacions, 1927 (Reprod. Altea: Aitana, 1998).
ORTS I BOSCH, P. M. y J. PASTOR I FLUIXÀ Carta Pobla d’Altea.
Altea, 1988.
SALA SELLÉS, F.: “El poblado ibérico de Cap Negret (Altea, Alicante)”, en Excavacions
arqueológiques de salvament a la Comunitat Valenciana (1984-1988).
Intervencions rurals.
València: Conselleria de Cultura,1990, p. 20-22.
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