
Luis Martínez, solter, sense descendència, va ser un benefactor
del poble, "pare dels pobres" se li deia. Va regalar terrenys a la
seua finca de Les Rotes per crear un nou cementiri, seguint criteris
higienistes que allunyara els enterraments dels voltants del poble. Des de la
seua casa del Barranquet (Foia d'Icard), va animar a les seues gents a celebrar
festes populars i religioses, que les va dedicar al sant valencià Luis Beltran,
en honor al sant patró del "senyor Llauís", com indica R. Llorens (p
124, Altea 1983).
Bibliografia: Llorens, R. Diccionario de Altea y sus
Cosas. p. 124, . Altea 1983
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Nace en Altea en
1828, hijo de Luis Martínez y Clara Beneyto, dos familias de tradición alteana
con personajes en profesiones liberales: médicos, boticarios y escribanos, etc,
a los que se unía su condición de terratenientes. Fue Diputado a Cortes en
Madrid durante varias legislaturas dedicó gran parte de su vida a labores
filantrópicas y benéficas, tanto desde el Parlamento de la Nación, como desde
su propio pueblo de Altea, en particular se centro en paliar los daños sociales
causados por las epidemias de fiebres coléricas de 1854, 1856 y 1869; labores
por las cuales el rey Amadeo I le concedió la Cruz de Primera Clase de la Orden Civil de la Beneficencia en Julio
de 1871. Su inesperada muerte en Madrid en 1874 fue muy sentida en la Corte y en
Altea, donde se dictaron bandos en los cuales se unían las loas al héroe, como
se le calificaba, con el consuelo que la figura de su hermano Juan podría
significar en la herencia política de los ciudadanos locales.
Luis Martínez, soltero, sin descendencia, fue un benefactor
del pueblo, “padre de los pobres” se le llamaba. Regaló terrenos en su finca de
Les Rotes para crear un nuevo cementerio, siguiendo criterios higienistas que
alejara los enterramientos de las inmediaciones del pueblo. Desde su casa del
Barranquet (Foia d´Icard), animó a sus gentes a celebrar fiestas populares y
religiosas, que las dedicó al santo valenciano Luis Beltran, en honor al santo
patrono del “señor Llauís”, como indica R. Llorens ( p 124, Altea 1983).
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