Este billetito que guardo en mi archivo siempre me hizo gracia por varias razones, por tener la firma original de don Sebastian Aracil, el párroco alteano que acompañó al pueblo en la última década del S XVIII y vivió los tiempos de revoluciones como la Francesa y sus efectos en Altea, que fueron muchos y variados -nunca se habló en exceso de ellos-, y también el inicio de la guerra del francés, otro efecto de la misma. También nos habla el billetito del poder de la Iglesia a tenor del importe de las limosnas en aquel tiempo... de 1798 (Una casa en la calle de la Senyoria, hoy Salamanca, valía unas 75 libras, para hacer una idea)
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